Los «grandes hombres» hablaban de otros «grandes hombres», de la naturaleza del Hombre, de la historia de la Humanidad, del futuro del Hombre, y nunca más volví a recibir, de un profesor, el tipo de estímulo, la insistencia en que mi mejor trabajo podía ser aún mejor, que había experimentado en el colegio. A las alumnas simplemente no nos tomaban demasiado en serio.