Aiden Thomas

No me llores,

porque si lloras yo peno,

en cambio, si tú me cantas,

yo siempre vivo y nunca muero.

«La Martiniana», canción popular mexicana

–Lo haré –respondió, pasó una mano por su cabello mientras abría la puerta y se subía a su camioneta.

–¡Y será mejor que te comas esto y me cuentes si está bueno! –ordenó mientras le daba el recipiente con el cupcake sin tocar–. ¡Ah! ¡Casi lo olvido! –Hundió la mano en su mochila y sacó un regalo rectangular envuelto torpemente en papel azul marino brillante–. ¡Ábrelo! ¡Ábrelo!

Wendy no pudo evitar reírse ante la emoción de Jordan y sus pequeños saltos. Arrancó el papel de regalo y encontró un cuaderno de dibujo.

Dio un paso hacia atrás rápidamente y pasó sus manos por su cabello corto y recto

No quedó perfecto, pero sabes que soy pésima cocinera

Pero mi padre se comió tres y no apareció en la sala de emergencias

Él era un chico mágico que vivía en una isla de fantasía en el cielo

Quizá quieres huir con él al país de Nunca Jamás

Estaba sucediendo con más frecuencia y Wendy nunca notaba que lo estaba haciendo hasta que bajaba la mirada y encontraba el rostro del chico mirándola

¿Cómo la conocía? ¿Por qué la estaba buscando? ¿Y quién era? No podía ser Peter Pan, su Peter.

qué estás hablando? –preguntó en dirección a la sombra.
–¿No es obvio? –replicó perpleja–. ¡Nuestro querido Peter Pan acaba de despedirse de su magia con un beso!