Otro aspecto que radica, en gran parte, en el inconsciente tiene que ver con lo que llaman objetos internos. En una definición simplificada diríamos que los objetos internos son la representación mental resultante de la interacción del sujeto con las figuras personales y los estímulos más representativos de su entorno. Así, podríamos decir que tenemos unos objetos internos que representan a nuestros padres, hermanos, familia, pero también otros que se vinculan con aspectos como la autoridad, la profesión, el propio cuerpo, etcétera. Para entendernos, vendrían a ser como la imagen mental que tenemos de partes muy importantes de la realidad externa. Como es lógico, los objetos internos no son idénticos a las figuras reales en las que se fundan; están deformados por las emociones y las fantasías