Qué bonito era Bernal
en su caballo joyero.
Él no robaba a los pobres
antes les daba dinero.
Vuela, vuela palomita
vuela, vuela hacia el nogal
ya están los caminos solos:
ya mataron a Bernal.
Vuela, vuela palomita
vuela, vuela hacia el olivo
que hasta Porfirio Díaz
lo quería conocer vivo.