A muchos les ocurre que necesitan contar su vida, pero también es común que se lancen a escribirla y se topen con una tarea de titanes, que se diluyan las escenas, que no encuentren el rumbo. Javier Marías lo sabe: «Creemos poder contar nuestras vidas de manera más o menos razonada y cabal, y en cuanto empezamos nos damos cuenta de que están pobladas de zonas de sombra, de episodios inexplicados y quizá inexplicables, de opciones no tomadas, de oportunidades desaprovechadas, de elementos que ignoramos porque atañen a los otros, de los que aún es más arduo saberlo todo o saber un poco. El engaño y su descubrimiento nos hacen ver