Andrés Acosta

  • YULIANNY HDEZ GRAZTцитирует4 месяца назад
    aquellos padres que no pudieran mantener a sus hijos debían engordarlos como lechones y venderlos a la gente rica para que se diera un banquete con ellos.

    ¿Como q vendían a niños?

  • beth026цитирует8 месяцев назад
    —¡Vamos, adelante, mi pequeño kobold! —¿Kobold? ¿Ahora yo era un kobold? ¡Qué decía este hombre!
  • beth026цитирует8 месяцев назад
    Y gané mucho más: así fue como me hice ayudante y aprendiz del gran Paracelso, no solo sin saber quién era él, sino tomándolo por lo que no era: un mendigo. ¡Qué fácil podemos llegar a juzgar a las personas! Aunque también Paracelso me tomó a mí por otra cosa, distinta de la que yo era.
  • beth026цитирует8 месяцев назад
    duque Ernesto de Baviera, próximo príncipe arzobispo de la región de Salzburgo,
  • beth026цитирует8 месяцев назад
    Paracelso confesó ante el duque que, luego de huir, reflexionó y decidió utilizar un disfraz para regresar a Basilea: tenía que averiguar algo. Según los datos que recabó, interrogando por aquí y por allá a colegas y demás gente involucrada en los funerales, los signos de muerte que presentaba el impresor Frobenius eran los de un tipo de envenenamiento que él conocía muy bien, ya que eran signos idénticos a los que habían llevado a la tumba a Xylotectus, el amigo a cuya viuda desposó Oporinus. En su ocasión, Paracelso había tenido la precaución de tomar nota de la versión del propio Oporinus acerca de cómo fue hallado muerto Xylotectus en su cama, después de sufrir extraños síntomas durante algunos días.
  • beth026цитирует8 месяцев назад
    —¿Cuántos años tienes? —apartó el libro y me hizo una seña para que me acercara.

    —Según mi padre, debo tener doce años.

    —¿Dónde está él?

    —Murió —la mentira brotó de mi boca con descaro.

    —¿Y tu madre, tus hermanos?

    —Ella murió de viruela hace mucho tiempo. Ahora, al morir mi padre, mis hermanos y yo nos hemos buscado cada quien su propio camino.

    —¿Cuál escogiste tú?

    —Vine al burgo para buscar comida.

    —¿Solo a buscar comida?

    —No. También me gustaría encontrar algunas respuestas. Mi madre decía que yo era capaz de aprender cosas que mis hermanos nunca entenderían.

    —Veo en tus ojos inocencia y honestidad. ¿Cuál es tu nombre?

    Estuve a punto de mentir otra vez, de inventar un nombre falso, pero no pude.

    —Es que… no quiero decir mi nombre.

    —No importa. Encontraré uno a tu medida. Veo algo más en ti. No eres como cualquiera. Cada ser es único, sí, pero tú no eres como los demás. Llegas a mí en el momento preciso. No se trata de una coincidencia. Tengo algo muy importante que preguntarte.

    El corazón me latió como un tambor. ¿Acaso él estaba a punto de…?

    —¿Quieres ser mi aprendiz? Tendrás lo necesario para tu manutención. Y lo más importante: podrás aprender muchas cosas. ¿En verdad te interesa el conocimiento? —entre sus dedos tomó su instrumento metálico y lo hizo girar velozmente, como si con ello indicara que mi vida también podía dar un giro.

    —¡¿En verdad es usted Paracelso, el sabio que escribe tratados?! —lo dije con tanto entusiasmo que casi
  • beth026цитирует8 месяцев назад
    Recogí un puñado de ceniza y lo apreté hasta que las uñas se me clavaron en la piel. La verdad era que mi maestro había muerto. La verdad era que un año antes yo había huido de los maltratos de mi padre y de mis hermanos, y que seguía huyendo. La verdad era que la gente veía en mí algo que nunca fui. La verdad era que yo sí creía que Paracelso era no solo un gran médico, sino un verdadero mago; no un charlatán, como pregonaban sus detractores: ¡un mago!, pero en ese momento la desesperanza atenazaba mis hombros con sus inclementes garras.
  • beth026цитирует8 месяцев назад
    —Es como si los huesos de Paracelso hablaran; como si quisieran revelar que fue víctima de un asesinato —
  • Sofíaцитирует2 года назад
    Estabas desmayada.
    Tus ojos cerrados para el mundo.
    El mundo, cerrado para ti.
  • Sofíaцитирует2 года назад
    niña necesita un nombre
    para no morir; un nombre como tabla de salvación.
    Porque la vida es un peligroso río.
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