Eso no es cierto, Grusha. No debes ver las cosas de esa manera. Yo no he dejado de querer a Vladimir. Le tengo todavía en mi corazón. Mi amor es el que es distinto. Ya no me hace desgraciada, ya no estoy ofendida con él. Le agradezco todo el amor pasado, toda la felicidad que gozamos juntos. ¿Por qué he de sentirme ofendida con Vladimir? Mientras me quiso fuimos felices. Ahora ya no me quiere. Pero ¿quién tiene la culpa? Le doy las gracias por todo lo gozado. Siento que Vladimir es mi hermano y Nina mi hermana.