María Tena

frente al poder de muerte del Cazador, la Recolectora posee un poder de vida que a él le sobrecoge.

LA NATURALEZA DEL AMOR

a veces acusa a su imaginación de haber inventado una criatura inexistente.

había heredado un inventario interminable para los accidentes.

No hablan. No les queda tiempo para hablar. No se conocen realmente hasta quedarse nuevamente solos:

los que se podían manejar sin apoyos, solo miraban al suelo como a un enemigo.

Pensar exige un esfuerzo que no puedo dedicar a otra cosa.

En eso nos entretenemos. Yo ejerzo de señora responsable y él se deja amamantar por esta loba que ha dejado de ser mujer y se ha convertido en una madre, en una gestoría, en un restaurante de precio mediano.

Veo sus brazos fuertes que cogen la sopera como una ofrenda a un dios desconocido y la pone en el mantel a cuadros

Puertas parecidas a las del cielo que se abrían para otras que no éramos nosotras.