Yo era joven y estaba lleno de ideas equivocadas sobre la forma de ver el mundo, a los demás y a mí mismo. Yo era joven. Pero el mundo siempre ha estado en manos de los viejos, y sus ideas son distintas. Por eso, en los meses que estuve ahí, traté de hacerme viejo para comprenderlos.
Pero no lo conseguí.
REINALDO ARENAS, EL MUNDO ALUCINANTE