Bal Khabra

"Esta es otra cosa que puedo poner sobre tu cabeza para que hagas lo que quiero". Agito mis pestañas.

"No necesitas chantaje para conseguir que haga lo que quieres, Summer".

"Nada mal. “¿Practicas con muchas chicas?”

"Solo tu. Pero soy naturalmente bueno con las manos”.

Ella hace una mueca. "¿Eres incapaz de tener una conversación normal?"

"No, pero me gusta verte sonrojar".

“No me sonrojo”, argumenta sonrojándose.

“¿Y cuánto tiempo te toma a ti gustarle a alguien?”

Ella piensa por un minuto. "¿Cuánto tiempo hace que te conozco?"

“Dos meses”, digo.

“Ahí está tu respuesta”, dice y regresa con Kayce.

Me quedo parpadeando en su ausencia, sin saber qué hacer con eso. Summer nunca ha dicho que le gusto.

Este es un territorio inexplorado.

"Oh, me importa". Da un paso adelante y sus palmas descansan a ambos lados de mí para enjaularme. "La idea de que otro chico pueda ver tu sonrisa". Su pulgar deja una cálida huella en mi labio. “Hacerte reír o tocarte. Me vuelve. Maldito. Loco." Aiden da un paso atrás como si no hubiera robado cada gramo de mi espacio personal. “Pero lo aceptaré. Porque sé que sólo tienes citas para distraerte. "Puedes fingir todo lo que quieras, Summer, pero ambos sabemos que al final seré yo".

Se queda quieto durante un largo segundo. "Mierda, me estás haciendo sonrojar, Preston". Él se ríe. "Te están dando una paliza por eso".

"¡Es un cumplido! "Yo también puedo ser romántico".

Su mirada compasiva es irritante. "Cariño, tú no eres la romántica en esta relación".

Puedo seguirla, pero no puedo simplemente irme. “No es mi intención faltarle el respeto, señor, pero Summer no ha hecho más que trabajar duro para llegar a donde está. Si quieres demostrarle que te preocupas, simplemente apóyala en sus decisiones. "La forma en que estás actuando ahora no hace más que lastimarla, y no me quedaré quieto mientras mi novia no puede tener una conversación con su padre sin que él se extralimite".

“Éramos muy felices aquí”, susurra. “Podría haber sido un buen padre. "Habría sido el mejor, pero decidió no hacerlo".

"Creo que él sí lo sabe, y por eso actúa así".

Ella suspira. "Está siendo egoísta".

"Yo lo se."

Pasan tres latidos de silencio antes de que ella me mire de nuevo. “No deberías haberme defendido. "No quiero que afecte al hockey".

“No me importa eso en este momento. Me preocupo por ti. Si puedes contar con una persona que estará a tu lado pase lo que pase, soy yo. "No quiero que pienses nunca que estás solo porque no pasa un segundo en el que no esté pensando en ti".

“También lo fue enamorarse de uno”, dice, helada. "Eso-"

La beso antes de que pueda continuar. "Yo lo se." Apoyo mi frente contra la de ella, ahuecando su rostro. "Está bien. Yo lo se."

“Yo no…”

“Te tengo para siempre, Summer. Si esas palabras llegan mañana o dentro de diez años, todavía estaré aquí para escucharlas. "Te amo lo suficiente por los dos".

Te ves hermosa, Summer"