–Después de todo, lo extraño, qué digo lo extraño, lo imposible es la permanencia de eso que llamamos estar sano. Los desajustes son un estado natural, tampoco hay que darle mayor importancia. El universo es cambiante y la enfermedad no es sino una inestabilidad más. –Nos sentamos–. Lo imposible desde luego es permanecer sano eternamente.