Ramon Usall

«Hago llegar los buenos días y el adiós a todo el Red Star» se despidió el joven resistente

al Red Star se lo conocía popularmente como «el club de los comunistas del 93»

Gracias a los jóvenes que hacen perdurar la tradición rebelde del club, el Red Star continúa siendo, más de un siglo después de su establecimiento en Saint-Ouen y a pesar de unos vecinos cada vez más escandalosamente ricos y poderosos, la estrella roja que ilumina el cielo de la banlieue de París

Así pues, como sucede en múltiples naciones sin Estado de todo el planeta, los corsos también tienen un club de fútbol que supera el ámbito estrictamente deportivo y se convierte en portavoz del sentimiento de pertenencia a su nación

El Bastia tuvo que esperar hasta 1981 para ganar su primer y único gran trofeo. Los corsos llegaron de nuevo a la final de la Copa de Francia y, esta vez sí, se alzaron con el triunfo imponiéndose al entonces todopoderoso Saint-Étienne de Michel Platini en un Parque de los Príncipes de nuevo repleto de banderas corsas

La historia de la Juventus cambió radicalmente el 24 de julio de 1923 a raíz de la elección de Edoardo Agnelli como presidente del club

El control del club que los patronos de FIAT Asumieron a través de Edoardo Agnelli contó con el beneplácito de las autoridades fascistas, que acababan de ascender al poder, en parte, gracias a la complicidad de las grandes corporaciones empresariales que, como FIAT, habían considerado el Partido Nacional Fascista de Mussolini como una garantía para la estabilidad económica

En 1926, la Juventus ganó su segundo campeonato italiano, uno de los últimos que se jugó con un sistema de dos ligas diferenciadas entre norte y sur

La inversión de los Agnelli llegó hasta el punto de que, en 1932, en plena época triunfal del club, la familia financió la construcción de un nuevo estadio, que también sería sede del mundial de 1934 en el que la Italia fascista ejercía de anfitriona, y decidió bautizarlo con el nombre de Benito Mussolini. Un gesto que ponía en evidencia la conexión entre los amos del club y de FIAT Y el régimen fascista

Así pues, los lazos que tejió Edoardo Agnelli, muerto en 1935, año del final del quinquenio de oro juventino, con el régimen fascista se estrecharon gracias a la relación que sus hijos Gianni y Humberto, convertidos en presidentes del club en 1947 y en 1955 respectivamente, mantuvieron con los gobiernos que se sucedieron en Italia después de la Segunda Guerra Mundial, liderados por la conservadora Democracia Cristiana, un partido con el que la familia Agnelli mantuvo siempre una relación privilegiada