El hecho de que nuestra memoria y especialmente los recuerdos falsos influyan tanto sobre nuestro comportamiento no sé si puede llamarse «sesgo», o «heurístico», pero está claro que es uno de esos engaños de la mente que conviene conocer, pues normalmente nos ayuda a adaptarnos pero a veces nos causa problemas, como acabamos de ver con los huevos duros.