Roxane Gay

¿Cómo dar con el lenguaje necesario para hablar de las desigualdades y las injusticias que afrontan las mujeres, sean grandes o pequeñas?

Mi historia no es una historia de éxito. Mi historia es, simplemente, una historia verdadera.

Yo no era única. No era especial. Era un cuerpo, uno que requería reparación, aunque en este mundo somos muchos los que vivimos en unos cuerpos que en realidad son absolutamente humanos.

El adjetivo mórbido convierte al cuerpo gordo en una sentencia de muerte, cuando en realidad no es así.

Esto es lo que se enseña a la mayoría de las niñas: que tenemos que ser delgadas y pequeñas.

Sentirme cómoda en mi cuerpo no tiene que ver exclusivamente con estándares de belleza. Tiene que ver con cómo siento mi piel y mis huesos, de un día para otro.

Estaba atrapada en mi cuerpo, un cuerpo que yo había construido, pero que apenas reconocía o comprendía.

Vivo en este cuerpo en este mundo, y odio cómo el mundo responde con demasiada frecuencia a este cuerpo.

He tratado de amar o, cuando menos, tolerar este cuerpo en un mundo que únicamente muestra desprecio por él. He tratado de superar el trauma que me impulsó a crear este cuerpo. He tratado de amar y de ser amada

Yo repongo que lo hago para no olvidarme, para no olvidar todas las cosas increíbles que veo y experimento.