Son tantos los viejos árboles y ninguno sería tan lindo como la Reina Carlota. Nuestro querido "Portuga", como a Zizé, me enseñaste la ternura de la vida, me recordaste a mi padre y me llevaste a un lugar especial, íntimo, dulce, agrio y desolador, pero con la frente en alto y el ejemplo de tu vida, porque la vida sin ternura no vale gran cosa.
Re chica la obra pibe
Quiero comprar el libro