Retrata de una manera muy buena la depresión en ambos protagonistas, y el cómo esto te acarrea ansiedad y deriva a su vez en alguna manía, pérdida de habilidades o bloqueo en ellas, como con la chica, quién pierde la capacidad de hablar por la ansiedad social que ha tenido a lo largo de su vida.
No es un libro fácil, y si no conoces a la autora, o si no has leído literatura asiática, este no es tu libro, mejor ve con algo más ligero.
Es muy profundo, muy pesado y algo lento, pero necesario para hacerte ver cómo se sienten ellos.
Por un sueño o, más bien, por una convicción propia, una mujer puede de pronto perder todo lo suyo. Así sucede con la protagonista de _La vegetariana_, quien dice no, quien se planta frente a su familia y, en cambio, es violentada, señalada, exiliada, abandonada. Kang Han habla de comer carne, peor también de decidir sobre el cuerpo propio, de los afectos que son nutricios, del abandono ante la enfermedad, de cómo en esta sociedad no cabe una mujer con determinación.