De aquí que es válido preguntarse: ¿cómo podemos concebir las tecnologías digitales?, ¿cuáles son sus características y propiedades?, ¿en qué consiste su materialidad?, y ¿cómo podemos abordarla metodológicamente? Para dar respuesta a estas preguntas partimos de la premisa de que la materialidad no es un aspecto estático de la realidad física ni de los objetos sino, por el contrario, un aspecto que se transforma (física y conceptualmente) en su empleo y en las relaciones que construyen los usuarios con los múltiples artefactos dentro de su vida cotidiana