Triste realidad del siglo XX, secretos que se llevan a la tumba sin pensar en las consecuencias en la vida de los demás .
Narrada de manera extraordinaria.
Primero, te voy a contar lo que en el libro no se profundiza, Federico Escofet Alsina o, catalanizando su nombre oficial, Frederic Escofet i Alsina, fue un militar español. Tuvo una intervención destacada en la insurrección de la Generalidad de Cataluña en octubre de 1934 y por ello fue condenado a muerte, pena que le fue conmutada por la de reclusión perpetua, durante la Guerra Civil en apoyo de la República. Tras pasar por el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, se exilió en Bruselas junto a su amante Carmen Trilla, y fue ministro del gobierno de la República en el exilio hasta 1962. En 1973 escribió un libro de memorias titulado Al servicio de Cataluña y de la República. En 1984, ya en España, publicó De una derrota a una victoria: 6 de octubre de 1934-19 de julio de 1936. Escofet es una de las personas que dieron testimonio sobre la Guerra Civil en la película de Jaime Camino La vieja memoria.
Genio y figura hasta la sepultura, que más se puede decir de un personaje como él, lo relevante, ahí está, ahora lo importante: Carmen Trilla, la gran protagonista de esta novela, una mujer presa de las costuras de su tiempo a quien los adjetivos de fuerte o valiente le van bastante bien, recuerden no juzgar el tiempo pasado con los valores presentes, hay que entender el contexto, no justificarlo, solo tratar de entenderlo; ella es una mujer hecha de rebelión, lucha por ser independiente, por amar y dejarse amar, una mujer que en su tiempo rasgo el lazo de su destino y tuvo el coraje de andar un camino lleno de miedos, olvido y vergüenza.
Es entonces que la novela ya tiene una forma definida, hay una historia de amor, si, la de Escofet y Trilla, pero aún hay más, un fiel retrato de la sociedad de entonces, de cómo era la vida diaria, el proceso de transformación que se estaba sufriendo, desde la clase alta barcelonesa, su forma de vestir y de actuar, las veladas en el Liceo, la entrada de la radio en los hogares, la incorporación de la mujer al trabajo, y tantos temas más que envolvieron sus vidas, es una novela con una historia real y bien documentada, si bien no es un panfleto, ofrece un fiel reflejo de las relaciones de España y Cataluña, el paso por la Guerra Civil, la huida al final de la Guerra y el exilio.
Sonsoles Ónega llegó a ella esta historia porque escuchó la historia de boca de las hijas, lo que le da a la historia una visión plagada de amor y complicidad; si ya me había sorprendido con “Las hijas de la criada”, me maravilla otra vez con personajes ricos, llenos de matices. de aristas, de características tan únicas que dividen tus sentimientos en la lealtad de la Manola, el odio de Jose María, la creatividad de Tomía y la seriedad de Cuyaya, el coraje del nene, el silencio de Tomás y la redención de Mercedes.
Muy triste el libro, entretenido, pero triste.
Lo terminé porque quería saber cómo se enteraban de la verdad
Dolorosa y encantadora novela. He entendido ppr qué mis abuelos gallegos eran tan sufridos.
Merecido premio para Sonsoles Ónega.
"Hay historias que permanecen escondidas durante siglos y merecen ser contadas. Historias de familias que se desvanecen con sus muertos, sepultadas bajo sus cenizas. La que empezó a forjarse tras los muros del pazo de Espíritu Santo es una de ellas."
Sonsoles Ónega escribió la novela ganadora del Premio Planeta 2023, pero también, una de las novelas que recordaré y atesoraré mucho tiempo, no sé si podré guardar silencio durante más de cuatro décadas, como hizo Catalina, prefiero el arrojo, la valentía, la sagacidad, capacidad y pureza de Clara, y, si no es mucho pedir, la tenacidad de Doña Inés.
Vamos allá, a Punta Do Bico, provincia de La Coruña, Galicia; más exactamente al aserradero de "los Valdés". Primero, decir que es una historia apasionante, te engancha desde el principio y una vez hayas leído el primer capítulo no querrás soltarlo; una novela, sí, pero completamente literaria, llena de pasajes inhóspitos, de historia, de trasfondo y rebeldía, chisme y poesía mezcladas en un platillo exquisito, con sazón, aroma, madera y pescado, todo empezó así: una noche de febrero de 1900, recién estrenado el siglo XX, en el pazo de Espíritu Santo llegan al mundo dos niñas, Clara y Catalina, sus destinos fueron escritos sin su permiso, sus vidas, paralelas, serán la bisagra sobre la que todo suceda.
Doña Inés, matriarca de la saga y fiel esposa de don Gustavo, deberá sobrevivir al desamor, al dolor del abandono y a las luchas de poder hasta convertir a su hija en heredera de todo un imperio. Las hijas de la criada es una historia mágica y rebelde que desafía el tiempo para reescribir la historia del hombre y las mujeres que solamente con un poco de visión, transforman la vida, propia y ajena para desafiar la época y sobrevivir al armisticio del tiempo y sus demonios.
Cómo dijera Doña Inés: Amor y mar hay para todos, aunque a veces te ahogue.