59. Sin embargo, a algunas personas les gusta mirar. Y aún no hemos oído suficiente, si es que hemos oído algo, sobre la mirada femenina. Sobre su quemadura, con los ojos dentro de la cabeza. «Me encanta contemplar una polla que parece prometedora», escribe Catherine Millet en sus bellas memorias sexuales, antes de seguir describiendo que también le encanta mirar el «cráter pardusco» de su ano y el «valle carmesí» de su coño, cada uno bien abierto —su color al descubierto— para ser follados.