No sé si sea irrespetuoso decir que a través de este libro conocí y amé a Liliana, me convertí en su amiga y en su admiradora, alcancé a verla recorriendo las calles en la Ciudad de México, degustando la comida y disfrutándolo absolutamente todo: conversaciones, compañía, cigarros, viajes, escritura y su pasión por la arquitectura. Qué hermoso y generoso lo que compartió con todos los que la conocieron.
Cómo describir este libro (no lo sé aún): un homenaje, una investigación, un retrato íntimo, un regalo a una hermana, una denuncia, una vida, un recordatorio, una recopilación de la excelente escritora que es y que fue Liliana.
Interesante aunque hay algunos ensayos nada relevantes.
Este libro duele y hace enojar un montón. Pero qué necesario. Cristina Rivera Garza tiene un enorme talento para narrar, describir y hacer sentir. Todo lo que investigo sobre la vida de su hermana lo plazmó en este libro de manera hermosa.
Una valiosa investigación periodística que no sé si tenía esa finalidad, pero que sin duda, a aparte de enseñar, alienta a alzar la voz.
Desgarrador es la única palabra con la que puedo describir este texto. Por supuesto, Cristina tiene la amabilidad de acercarnos a la vida de su querida hermana, a sus pasos más felices y más íntimos, y así logra que no todo sean tristezas en este libro. Sin embargo, eso mismo nos hace llegar a la indignación, a la rabia, al entendimiento espantoso de la violencia feminicida. No creo que se pueda leer este libro en cualquier momento, pero sí que debería ser conocido por todas las personas posibles. Gracias por nombrar a Liliana, Cristina.
Al escuchar este audio en septiembre es fuerte pero muy necesario. Muy recomendable