También es cierto que, dependiendo de qué educación hayas recibido y en qué ambientes hayas crecido, podrás ser más o menos machista. Pero machista eres, básicamente, porque no serlo es imposible. Tendrías que haberte criado en una burbuja, rodeado de mujeres (y no cualesquiera, sino mujeres con una profunda conciencia feminista), para no serlo.