En Diferencia y repetición Deleuze define intensidad como una “diferencia cualitativa en lo sensible” (2002: 222). Es importante destacar que aquí hay una sutil discrepancia temporal entre la percepción y la comprensión. Deleuze añade que la intensidad solo puede ser captada ya recubierta o mediatizada por la realidad que crea (2002: 222). Esta posterioridad define al afecto y lo hace difícil de captar e imposible de localizar, dado que no es una “cosa”, y, a pesar de ello, resulta crucial para el arte político.