«Ojalá fuera una mujer distinta, en un lugar distinto, llevando una vida distinta y viviendo con un hombre distinto», pensó. Por supuesto, distinto quería decir mejor, varios peldaños por encima en la escala social. A veces, Kuniko se preguntaba si era normal pensar tanto en esas cosas, si estaba bien soñar en mejorar.