En cambio el Gran Productor de hoy llega con la enorme idea de tener que hacerlo todo en arte, pero llega manco de ambos brazos: no puede producir todo el arte que fomenta (imprimirlo, escenificarlo, filmarlo) y menos hacerlo llegar a los muchos, por falta de recursos. En la práctica, fomenta la creación, la produce parcialmente y no asume, o soluciona, su llegada a la cultura.