Bärenhaus

incluía polainas quirúrgicas, guantes de látex, barbijos, y gafas de protección.

—¿Qué tal me veo? —preguntó Marian, coqueta.

—Como alguien que manipulará

No dejes que los indeseables te dobleguen.

Margaret Atwood

—Que tengas un buen día —le dijo con su mejor sonrisa cuando ya no podía quedarse más tiempo conversando.

Tomás sonrió. Se emocionó. Lloró hasta desahogarse.

Entendió que era algo para alguien.

Era alguien para alguien.

él que solo pudo tomarle las manos y bailar con él como si fueran dos niños en una ronda; como dos adultos que empiezan a darse cuenta de qué se trata la vida, en qué consiste la felicidad.

Tommy, nunca bases tus decisiones en los consejos de personas que no tendrán que lidiar con los resultados.

Tal vez no te des cuenta, pero un poco de apoyo puede marcar la diferencia en la vida de una persona.

“El libro que tiene en sus manos no le revelará horrores ajenos, como lo hacen todos los demás, es mucho más peligroso. Usted percibirá como propias cada una de las atrocidades que transcurren en las historias. Por eso es que este libro es mucho peor que cualquier otro, porque es un espejo que nos hace saber cuán retorcidas están nuestras mentes.”

Cociná, cantá, tocá la guitarra, no sé, pero hacé algo. Y que ese algo te lleve a escalar todas las montañas emocionales que se pueda, que te muestre al mundo tal cual es, con lo feo y lo lindo; que haga de vos un ser evolucionado, que llegues a sentir que si te falta esto, no sos del todo humano

gracias a nuestra magia. Sí, hicimos magia. Hoy entiendo que estar destinado a cosas grandes no tiene que ver con lo que hacés o dejás de hacer, sino que tiene que ver con lo que intentás, tiene que ver con lo que sos