Segundo día del año y ya empezamos con el pie derecho este año literario, no es casualidad, todo estaba planeado jaja. Si te asomas a mis reseñas encontrarás que esta serie de libros de la agente especial del FBI Riley Paige me ha conquistado por completo, salvo por “Una vez atraído”, cuarto libro de la serie, todos han sido de cinco estrellas, este no fue la excepción, pero, lo confieso, estuvo muy cerca de quedarse con cuatro estrellas.
La agente especial Riley Paige finalmente decide tomar un muy merecido descanso del FBI, tras ir enfrentando “un monstruo a la vez” le llega el caso de la fuente más inesperada: su hija; la mejor amiga de April está devastada por la muerte de su hermana, una estudiante del primer año de la Universidad de Georgetown. Peor aún, está convencida de que el suicidio fue montado, y que su hermana fue asesinada.
Riley empieza a investigar el caso a regañadientes, solo para descubrir que otras dos chicas de primer año en la Universidad de Georgetown se suicidaron de la misma forma: ahorcándose. Algo definitivamente no está bien, ¿tres suicidios con el mismo modus operandi? No, los instintos de Riley se activan para sumergirse en las profundidades de una de las universidades más prestigiosas, un mar anegado de dinero, familias poderosas y estudiantes incomprendidos, como siempre, con Riley nada es lo que parece.
Tengo que decir que es el caso más flojito que he leído de ella, pero no digo que sea malo, es que los demás son más sangrientos y retorcidos, este es estratégico y no desmerece, está colmado de acción inesperada, de una investigación que atrapa desde el principio, porque es la Riley que me encanta, decidida, estoica, capaz, aferrada y con un olfato envidiable, su experiencia la hace feroz, pero sin perder ese rasgo humano que nos lleva a ser personas normales y corrientes, quien sabe, quizá tú o yo, como dice Hatcher:
“Estás convirtiéndote en lo que siempre has sido en el fondo.”
Genial
Excellent