Marsella, 1973. Una oleada de terrorismo racista sacude toda Francia. Su epicentro es Marsella y su objetivo los inmigrantes argelinos. En seis meses, más de cincuenta son abatidos a tiros, a veces incluso en plena calle, con total impunidad.
El comisario Théo Daquin, joven, parisino, elegante, culto, homosexual y sin prejuicios, lucha por encontrar a los culpables a pesar de las presiones de los magistrados, la prensa y los políticos. Además de tener que lidiar con la oposición de los propios policías que deberían investigar los crímenes. La violencia racista y el conflicto social están sobre el tapete.
Dominique Manotti nos ofrece una obra maestra, una novela negra antológica, profundamente documentada, implacable.