Sarah descubre al volver del trabajo que su hermana Olivia ha desaparecido llevándose a su bebé con ella. Desesperada acude a la policía a denunciar la desaparición de su hijo y empieza una carrera contra reloj para encontrarle con vida. En el camino descubre que su vida es una mentira llena de lagunas, que nadie la cree, que no puede contar con nadie y que el mal, muchas veces es demasiado familiar para reconocerlo.