Un domingo de septiembre la enredadera de su casa familiar se prendió fuego y, lo que podría haber sido un pequeño accidente doméstico, escaló a una tragedia terrible. Empezó así, para ella, el laberinto del duelo, del que saldría más de treinta años después, con un hijo y con la escritura de este relato. Parte de la felicidad es el primer libro de Dolores Gil, un libro único e inolvidable, que es el testimonio de una experiencia personal pero también el nacimiento de una escritora. En pocas páginas logra trazar el arco que va de la pérdida a la reparación con una prosa al mismo tiempo brutal y sofisticada, y hace de todos lo que antes era una herida privada.