Hay una categoría de libros autobiográficos que resultan paradójicos porque no parten de la certeza, sino de la duda: pequeños tratados sobre la incertidumbre. ¿En la vida podrían existir algunas circunstancias que te hagan proclive a los géneros autorreferenciales?
Para César Tejeda, esa pregunta se convirtió en un pretexto para escribir y le reveló su propia premisa autobiográfica: tal vez todo empezó en la niñez, cuando acompañaba a sus padres a las juntas de alcohólicos anónimos y los escuchaba contar sus historias. Una forma de hablar que, a la postre, le permitió organizar sus reflexiones ensayísticas de manera más o menos sistemática para narrar su vida a un público lector. La compulsión autobiográfica es un conjunto de ensayos que pretenden, ya sea desde la polémica, ya sea desde la incorporación, invitar a la escritura autobiográfica.