"Es difícil no quedarse sin aliento ante esta obra mayor de la literatura boliviana. En cada página, escrita con un incuestionable dominio de la lengua, con un armazón coherente e impecable, nos enfrentamos a nuestros más fuertes demonios interiores, a la indescifrable naturaleza última de los humanos, aquella que está siempre acechando debajo de la superficie […] Iluminación no tiene un párrafo demás. Dice lo que tiene que decir y nos abruma." Carlos D. mesa Gisbert