Correr la cancha, patear un balón y meter un gol es la forma en la que las integrantes del equipo mazahua van cambiando su vida. Jugando por mis derechos es un equipo de futbol de niñas y mujeres que se organiza para que las jugadoras no abandonen los estudios y terminen en alguna casa en la capital trabajando como empleadas domésticas. Este equipo corre las canchas del Estado de México, el lugar en el país con el índice más alto en feminicidios, porque jugar futbol es un derecho, una pasión y la forma en que las mujeres deciden sobre su propia historia.