El cártel que controla Jalisco ha desaparecido jóvenes en distintos lugares para obligarlos a trabajar en alguno de sus negocios. El caso más emblemático es Tala, donde descubrieron en 2017 campamentos con hombres que habían ido a buscar trabajo como seguridad privada y se los llevaron a la fuerza a un cerro, donde a base de maltratos y amenazas los entrenaban como sicarios. Los que se oponían o trataban de escapar, fueron asesinados.