Es un libro fantástico. La dinámica de viaje en el tiempo, el café y los personajes me recordaron a una película de Studio Ghibli. Me encantaron las historias y los personajes. Es un libro sobre amor, aprendizaje de uno mismo, perdón, arrepentimiento, sanación y esperanza. En un café en Japón puedes viajar en el tiempo si sigues estas reglas:
1) No puedes salir del café por lo que solo puedes ver gente que haya estado en el café
2) Solo un asiento del café te permite viajar y la mayoría del tiempo está ocupado por un fantasma
3) El tiempo que puedes estar en la fecha que elegiste es muy breve, lo que tardes en tomarte el café antes de que se enfríe
4) No puedes cambiar el pasado ni el presente
principio de las historias me parece un poco lento, pero entiendo que la estructura es así por el poco tiempo que tienen antes de que el café se enfríe, por lo que la mayoría de cada historia se desarrolla antes de esto.
Un libro muy tierno. Aún necesito procesarlo ya que si bien me gustó, no tiene toda la calidad literaria que esperaba pero aún así, funciona.