Se han dado casos de cosas inexplicables, de hombres que se bañan con sirenas, de cicatrices en la frente de hombres valientes, de abecedarios del mal, de canciones de cuna, de carreras que nada tienen que ver con distancias, de patinadoras que dejan huella, de los fantásticos años veinte, de monstruos con rutinas, de conversaciones con la culpa, de homenajes a las palabras, de los despertares de una vida, de carnes que tiemblan, de canciones que surgen de la magia, de paradojas con lógica, de especies raras en pleno siglo XXI, de horizontes que nos reclaman, de versos precoces, de ciudades interiores llamadas Bruma y de un psiconauta de sus propios universos infinitos.
Se han dado casos de poetas que graban poemas desde su casa durante el confinamiento para que lleguen a los hogares de quienes sueñan con la libertad.