No me gusta usar el término imprescindible, pero este libro lo es. Es necesario leer las voces de mujeres trans que abrieron camino y reconocer que aún muchas de las injusticias y violencias que se narran siguen vigentes. Camila logró unir en esta historia parte de su biografía, pero también rescatar la de otras mujeres que la cobijaron.
Por momentos tuve la necesidad de parar de leer por lo dolorosa que me resultaba tanta crueldad, pese a que la historia esta ficcionada, la maldad se reconoce como algo real y cercano.
Maravilla de libro y escucharlo en la voz de su autora, dan ganas de abrazarla. Son cucharadas de empatía que nos recuerdan la necesidad de reconocer otros mundos. Es un homenaje a la amistad, al amor, a la vida.
Ficción autobiográfica. Una biografía manchada por destellos de ficción. Acaso las memorias de una infancia y adolescencia grises, dolorosas y atípicas que buscan reivindicar identidades, deseos, el amor, la vida que debe vivirse y no la vida que debería vivirse porque así lo dicen todos allá afuera. Y luego la aparición de la Tía Encarna, la matriarca travesti que es como una santa que brinda cobijo, pertenencia, amor y el calor del que todas quienes ahí habitan no habían experimentado. Porque la sociedad y la familia son crueles con ellas, con su esencia, como sus cuerpos. Porque, como dice Camila Sosa Villada, “no admiten que las travestis puedan hacer mundo o lenguaje”. Y mucho menos cuando el camino que deben seguir es la prostitución, la vendimia de sus cuerpos desgastados que han sufrido los embates de todo tiempo, y luego, lamentablemente, en la mayoría de los casos, la muerte. Porque las alternativas, más allá de ese círculo de cuidado y ternura que se tiene entre ellas, no son muchas. No antes. Aunque tampoco ahora. Y estas páginas son el recorrido por los lugares que no estamos dispuestos a observar, o que observamos de reojo con repulsión, miedo y cinismo porque a nosotros qué nos importa, y no sólo los lugares sino también las estructuras que generan opresión, los dolores, la realidad que debe vivirse. Una escritura proveniente de los márgenes y del campo, de las mujeres de su familia y de los pueblos. Una oralidad y una construcción que vienen de lo popular. La conjunción del coraje, lo lamentable, lo desgraciado, pero también de lo bello, de la redención, de los gritos de esperanza y de un efecto mágico de gracia y triunfo. Así que qué más da la categoría o el género que quiera ponérsele a la literatura de Camila, si lo único que importa es seguir leyéndola y consumir ternura, amor y diversidad.
(Opinión publicada originalmente en Revista Purgante)
Qué increíble experiencia escuchar Las malas en la voz de Camila, buenísima. Hace un año leí el libro y me encantó, pero el audiolibro superó mis expectativas. Escúchenlo.
Espectacular. Súper necesario, que duro y que profundo a la vez. Creo que todo el mundo necesita conocer esta historia. Me llevo mucho.
Crudo, desgarrador, necesario. Estoy destrozada después de leerlo, pero agradecida con Camila por abrirme los ojos así.
Conmovedor, crudo, con poesía y realismo mágico. Además del impacto extra al ser leído por la autora.
Amé la voz de Camila y la emoción que transmite en su narración.
Camila Sosa es una voz esencial en la literatura contemporánea. Este libro abrió mis ojos a una realidad totalmente diferente a mi contexto. Lloré cuando a Camila se le cortaba la voz al narrar el libro y en muchos momentos quise abrazarla y reconfortarla
Maravilla. Camila Sosa Villada conmueve, ilumina y enrabia a un mismo tiempo con este relato.