Saúl Becerra no conoció a los hermanos Carlos y José Luis Guzmán, pero sus historias se cruzan en el desierto de Chihuahua hasta volverse una misma, junto con las historias de cientos, quizás miles de personas más, que comparten un común denominador: todas murieron por ser inocentes, sin vínculo alguno con actividades ilícitas; por estar indefensos, vulnerables; y por haberse cruzado con las fuerzas públicas, en esta guerra mexicana contra el crimen organizado que ha durado ya 16 años. Paris Martínez, Animal Político, Data Cívica , el académico Jacobo Dayán y un grupo de periodistas se propusieron identificar esos asesinatos arbitrarios. Paris Martínez se lo cuenta.