Nada más terrorífico que una revelación hecha en cuotas. Así decide contar El tapiz amarillo Charlotte Perkins Gilman, autora estadounidense.
Una familia se muda temporalmente para reacondicionar su casa. La mujer no está bien, lo cuenta en primera persona. Aunque le recomiendan tomarse esa estadía como un descanso, nada la perturba más que el empapelado amarillo que cubre las paredes de su cuarto. Y más, cuando descubre que alguien la observa.
El tapiz amarillo fue publicado en The New England Magazine, en 1892. Detrás de lo que se cuenta hay muchos análisis posibles sobre su significado, incluso algunas personas lo consideran autobiográfico.