La novela tiene lugar en el pequeño círculo aristocrático de Nueva York en la década de 1870, que puede mostrar una línea de antepasados que se remonta a los primeros pobladores. Sólo ellos determinan la vida social de la clase alta. Las reglas tradicionales dictan, sobre todo, a las jóvenes cómo deben comportarse, qué es apropiado y qué no. Son presentados a la sociedad a una edad temprana, se comprometen y se casan como corresponde, sin conocerse realmente. Su vida en el matrimonio también está determinada por estándares de respetabilidad, y la pareja masculina disfruta de mucha más libertad.
Newland Archer, un prometedor abogado, está resignado a conformarse con una vida tranquila junto a su prometida May Welland, una joven adorable pero totalmente convencional. Sin embargo, cuando la condesa Olenksa, la rebelde prima de May, vuelve a Nueva York precedida por los escándalos de su vida amorosa, Newland lo arriesga todo ante la oportunidad de vivir un amor verdadero.